Si has empezado recientemente una dieta, te vas a sentir identificada con muchas de las siguientes actitudes.
Hablas en alto sola y contigo misma
Empezaste la dieta un lunes
Es ponerte de dieta y todo el mundo hace fiestas y cenas
Tus amigos se ponen de acuerdo para comer ‘bordadas’ delante de ti
Descubres alimentos que no habías oído hablar de ellos jamás
De pronto y porrazo te olvidas de comer italiano, chino, japonés y americano.
Si sales por la noche, miras la carta detenidamente para pedir el coctel bajo en calorías
Tu y tus conversaciones con la báscula son normales
La frase un día es un día, se convierte en la frase prodigio
Nadie da un duro porque vayas a llevar a rajatabla la dieta
De repente, aparecen pastelerías por todas partes
Las comidas sanas que tanta pereza te daban, las has empezado a coger algo de cariño
Adiós a la cañas y a los aperitivos
Sufres una batalla constante contigo misma