Conoce 4 mascarillas caseras que te harán lucir un cutis hermoso

 

El rostro es una carta de presentación ante el mundo que nos rodea; no solo la forma en la que sonreímos u observamos a las personas, sino, el cutis en sí mismo. La limpieza, suavidad, e hidratación, son factores que a toda mujer le preocupa mantener lo más ínfimo posible; sin embargo, los tratamientos y mascarillas faciales que ofrece el mercado, suelen ser muy costosos, además de que en muchas ocasiones, involucran elementos que no son idóneos para todo tipo de piel, produciendo irritación y lesiones indeseadas.

Pero, gracias a la cocina de la abuela, existen antiguas recetas caseras para preparar mascarillas a base de ingredientes naturales, que resultan ser económicas y no causan ningún tipo de daño. A continuación, te presentamos algunas de ellas:

  • 1: Mascarilla a base de patata y limón: Corta una patata en trocitos, licúala con un poco de agua y agrega el sumo de un limón. Una vez lista la preparación aplica la mascarilla dando suaves toques de adentro hacia afuera en forma circular y déjala actuar por unos 20 minutos. A continuación, retírala con abundando agua y seca tu rostro con una toalla suave y limpia. Después de sacar la mascarilla, notarás tu rostro mucho más limpio gracias a las propiedades astringentes del limón, y mucho más suave, gracias que los grumos de la patata con un exfoliante natural.

  • 2: Pasta a base de bicarbonato y agua: El bicarbonato es un elemento que todas tenemos en casa, por su versatilidad en múltiples preparaciones. Lo que se debe hacer en este caso, es verter en una taza una cucharada de bicarbonato de sodio y agregarle una cucharada de agua – una cantidad a partes iguales de soluto y solvente- luego, mezcla hasta que tome una consistencia homogénea. Ahora, es tiempo de su aplicación: Se deben seguir los mismos pasos que en la receta anterior; sin embargo, esta preparación debe dejarse solo por un par de minutos, pues el bicarbonato suele quemar la piel después de mucho tiempo. Unos 2 minutos serán más que suficientes para que notes tu rostro tan suave como el de un bebé.

  • 3: Miel, aceite de coco o de almendras: Si de una buena hidratación se trata, los extractos de aceites naturales son la opción ideal. Con suaves masajes, aplica el que sea de tu preferencia y déjalo actuar todo el tiempo que quieres, en este caso, el periodo de tiempo puede extenderse según cada persona sin causar daño alguno. Aunque, por supuesto, no se debe exponer al sol ninguno de ellos, de modo, que el mejor momento para usarlos, es por la noche.

  • 4: Clara de huevo y cáscara: La clara de huevo es un hidratante natural muy económico, y su cáscara molida, es perfecta para crear los granos necesarios en el proceso de exfoliación. Aplica la clara alrededor de todo tu rostro limpio y, a continuación, toma el polvo de cáscara y aplícalo encima de la clara, dando suaves masajes en forma circular. Realiza esto durante cinco minutos y enjuaga con abundando agua fría para retirar.

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